Empezó a coser con 14 años en Burgos.
«Sus primeros hilos flojos los pasó en un vestido de novia verde».
Con 30 años se vino a San Sebastián, donde montó su propio taller y se dedicó a la confección a medida y a la alta costura.
En abril del 2015 empezó a trabajar para Raquel Balencia, por tanto, ella es la encargada de realizar los prototipos de su colección.